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Cómo reducir los ultraprocesados de la dieta infantil: pasos prácticos para cocinar en casa

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Cómo reducir los ultraprocesados de la dieta infantil: pasos prácticos para cocinar en casa

En un mundo donde los alimentos ultraprocesados están al alcance de la mano y muchas veces parecen la salida más fácil, es cada vez más urgente replantearnos qué ponemos en la mesa de nuestros hijos. Reducir el consumo de estos productos no tiene que ser una misión imposible. De hecho, con algunos cambios simples, podés transformar tu cocina en un lugar donde se cultivan hábitos saludables para toda la vida.

¿Qué son los ultraprocesados y por qué evitarlos?

Los alimentos ultraprocesados son productos industriales con ingredientes que rara vez usamos en casa: saborizantes artificiales, colorantes, aditivos, grasas refinadas, jarabe de maíz de alta fructosa, entre otros. Estos productos suelen tener un bajo valor nutricional y están diseñados para ser irresistibles, lo que puede afectar el desarrollo de los niños, aumentar el riesgo de enfermedades crónicas y generar hábitos alimentarios difíciles de revertir.

¿Qué dice la ciencia?

Estudios científicos confirman luego de haber analizado estudios científicos desde el 2000 al 2020 que se encontró una asociación positiva entre el consumo de ultraprocesados y la obesidad infantil. Acá les dejo el link por si quieren seguir investigando

Primer paso: Volver a lo simple

La mejor estrategia para evitar los ultraprocesados es cocinar con ingredientes reales. No hace falta complicarse. Usá verduras frescas, legumbres, cereales integrales, frutas, huevos y carnes magras. Cocinar al vapor, saltear o guisar con utensilios adecuados te permite conservar los nutrientes y el sabor sin necesidad de añadir químicos ni grasas extra.

Claves para lograrlo:

  • Planificá el menú semanal: esto te ayuda a organizar compras y tiempos. Saber qué vas a cocinar evita caer en “lo rápido y fácil”.

  • Tené a mano snacks saludables: frutas cortadas, palitos de zanahoria, hummus, galletas caseras con avena. Acá te dejo una receta de muffins integrales.

  • Involucrá a tus hijos en la cocina: que vean cómo se preparan los alimentos, toquen, huelan, prueben. Aprenden jugando.

  • Revisá etiquetas: si comprás algo envasado, que tenga pocos ingredientes y todos conocidos. Menos es más.

  • Usá herramientas que te faciliten cocinar sano: ollas de acero quirúrgico, por ejemplo, permiten cocinar sin grasas, con menor temperatura y sin perder vitaminas.

Cocinar en casa no es solo preparar comida

Es un acto de amor, una inversión en salud y una forma de transmitir valores. Cuando cocinás en casa, elegís lo que entra en el cuerpo de tu familia. Y si además lo hacés con herramientas inteligentes, como las de acero quirúrgico, ganás tiempo, calidad y sabor.

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